Vacunas en todas las
etapas de la vida

Las vacunas salvan de 2 a 3 millones de vidas cada año.
Son herramientas esenciales para protegernos a nosotros mismos y a nuestras comunidades.1

Las vacunas ayudan al sistema inmunitario a combatir las infecciones de manera más eficiente, ya que provocan una respuesta inmunitaria a enfermedades específicas. De este modo, si el virus o la bacteria vuelven a invadir el organismo en el futuro, el sistema inmunitario ya estará preparado para combatirlo.1

La inmunización es el proceso por el que una persona se hace resistente a una enfermedad, tanto por el contacto con ciertas enfermedades, o mediante la administración de una vacuna. Las vacunas estimulan el sistema inmunitario del cuerpo para proteger a la persona contra infecciones o enfermedades. La inmunización previene enfermedades, discapacidades y defunciones por enfermedades prevenibles por vacunación.2

Si un número suficiente de personas de tu comunidad están inmunizadas contra una enfermedad concreta, se puede alcanzar lo que se denomina la “inmunidad colectiva”. Cuando esto sucede, las enfermedades no pueden propagarse fácilmente de persona a persona porque la mayoría de ellas son inmunes. Esto proporciona una capa de protección contra la enfermedad incluso para aquellos que no pueden vacunarse, como los niños. Además, la inmunidad colectiva también previene los brotes, ya que impide que la enfermedad pueda propagarse con facilidad. De este modo, la enfermedad se vuelve cada vez menos común y, en ocasiones, llega a desaparecer completamente de la comunidad.

El COVID-19

Compartimos sugerencias y detalles sobre el COVID-19 y las vacunas disponibles para prevenirlo

La enfermedad por coronavirus (COVID-19) es una enfermedad infecciosa causada por el virus SARS-CoV-2.
La mayoría de las personas infectadas por el virus experimentan una enfermedad respiratoria de leve a moderada y se recuperan sin requerir un tratamiento especial. Sin embargo, algunas personas pueden enfermar gravemente y requerir atención médica. Los adultos mayores y las personas que padecen enfermedades subyacentes, como enfermedades cardiovasculares, diabetes, enfermedades respiratorias crónicas o cáncer, tienen más probabilidades de desarrollar una enfermedad grave. Cualquier persona, de cualquier edad, puede contraer el COVID-19 y enfermar gravemente o morir.
La mejor manera de prevenir y ralentizar la transmisión es estar bien informado sobre la enfermedad y cómo se propaga el virus.
Protégete a ti mismo y a los demás de la infección lavándote las manos frecuentemente. Vacúnate periódicamente y sigue las orientaciones locales.3

Los síntomas del COVID-19 varían desde aquellos que presentan síntomas leves hasta quienes se enferman gravemente. Pueden aparecer de 2 a 14 días después de la exposición al virus. Cualquiera puede tener síntomas de leves a graves. Los posibles síntomas más comunes incluyen:

  • Fiebre o escalofríos
  • Tos
  • Dificultad para respirar (sentir que le falta el aire)
  • Fatiga
  • Dolores musculares y corporales
  • Dolor de cabeza
  • Pérdida reciente del olfato o el gusto
  • Dolor de garganta
  • Congestión o moqueo
  • Náuseas o vómitos
  • Diarrea4

El COVID-19 se propaga cuando una persona infectada exhala gotitas y partículas respiratorias muy pequeñas que contienen el virus. Estas gotitas y partículas respiratorias pueden ser inhaladas por otras personas o depositarse sobre sus ojos, nariz o boca. En algunas circunstancias, pueden contaminar las superficies que tocan. Cualquier persona infectada por el COVID-19 puede propagar la enfermedad, incluso si no presenta síntomas.5

El Comité de Emergencias sobre el COVID-19 sostuvo su 15.a reunión el 4 de mayo del 2023 y emitió su declaración el 5 de mayo, en la que recomendó al Director General de la OMS que el COVID-19 ya no es una emergencia de salud pública de importancia internacional (ESPII).En mayo de 2023 la OMS definió que el COVID-19 ya no es una emergencia de salud pública internacional, sino que el COVID-19 es ahora un problema de salud establecido y persistente.
Esto implica que los países deben integrar las actividades de vigilancia y respuesta a el COVID-19 en los programas de salud regulares. La declaración del Comité de Emergencias no declara el final de la pandemia, puesto que el COVID-19 sigue siendo una amenaza activa a nivel mundial. El virus no se ha estabilizado en un patrón predecible. Cada semana se notifican casos y muertes, y la respuesta mundial sigue bajo presión.6

La pandemia de el COVID-19, fue un vivo ejemplo de los grandes desafíos que implica contener una infección a escala global cuando no hay vacunas disponibles. Pero esta no fue la primera vez que la humanidad se enfrentó a un escenario así: un gran ejemplo fue la viruela, una enfermedad que durante siglos causó epidemias con miles de muertes y que solo se eliminó gracias a las campañas de vacunación masiva y las altas coberturas de vacunación en todo el planeta.
Para controlar la pandemia y recuperar la vida social que tanto echamos de menos, fue necesario esperar que llegaran las vacunas, que la poblacion se inmunizara para lograr altas tasas de cobertura de vacunación y así llegar a la llamada inmunidad colectiva o de rebaño.7

Tu organismo se compone de proteínas

¿Qué es el ARNm?

El ARN mensajero (ARNm) se encuentra presente en todas las células del organismo. Es un componente fundamental de todos los organismos vivos y ha estado en las células durante miles de millones de años. 8

¿Cuál es la función que desempeña?

Como su nombre indica, el ARNm es un mensajero. Interactúa con otros componentes de las células que ayudan a sintetizar las proteínas.8

¿Qué sucede una vez se ha sintetizado una proteína?

Una vez realizado su cometido, el ARNm es degradado por el organismo. No se queda durante mucho tiempo.8

¿En qué ayuda sintetizar una proteína?

Cada ARNm lleva las instrucciones para sintetizar una proteína específica. Estas instrucciones son una especie de «plano». El ARNm suministra estas instrucciones, y las células ensamblan la proteína.8

El ARNm le indica al organismo cómo fabricar su propio medicamento

Los científicos diseñan cada ARNm para dar a las células instrucciones sobre cómo sintetizar una proteína determinada.